sábado, 29 de marzo de 2014

... LA AMNÉSIA DE LA HISTORIA – I ...


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ERNESTO PINTO LOBO


    La historia es un animal propenso a una enfermedad cíclica … grave … felizmente con cura … la amnesia.

     Por eso siento la necesidad de investigar, conocer y dar a conocer el pasado … porque me importa … porque debe importar a todos … porque no podemos decidir en consciencia en el futuro si no sabemos de nuestro pasado.

    No podemos vivir en la ignorancia … ni somos avestruces … ni poner la cabeza debajo de arena nos soluciona o ayuda a solucionar nada … de repente me ha venido a la cabeza una ( de las muchas) expresiones de mi padre … “la ignorancia siempre es atrevida”.

    Yo intento aportar mi grano de arena, como si fuese un antídoto para la “amnesia histórica”.

 

 

   La “AMNESIA HISTORICA” de hoy va, muy especialmente para Portugal, Castelo Branco, ciudad que me vio nacer … pero me gustaría compartirla con todos mis lectores españoles.

     Hoy voy hablar de un hombre que nació en 23 de Febrero de 1937, en Tramagal, Abrantes, en pleno centro de Portugal, de su nombre, ERNESTO PINTO LOBO.

     Después de terminar los estudios secundarios en Abrantes se fue a Coimbra para estudiar en la Universidad de Letras.

    Ahí se licenció en historia.

 

 

 

    Por su matrimonio, ERNESTO PINTO LOBO pasa a residir en Castelo Branco donde empieza por ser profesor de pedagogía y Director Pedagógico de la Aliance Française de esa ciudad.

    Poco a poco, con sus estudios y pesquisas se tornó un experto en temas sociales y turísticos y aparecen sus primeras publicaciones en el dominio histórico y etnográfico, colaborando en periódicos y revistas de la especialidad.

     Fundó el “Centro de Estudos Etnograficos da Beira Baixa” y la revista “Adufe”.

    Hizo un riguroso levantamiento del panorama folclórico musical portugués de “Beira Baixa”.

 


 

 

    En los años 60 entra para la “Orquesta Tipica Albicastrense” donde asume funciones como Presidente de Dirección en 1970.

     Además cantaba muy bien. 

 

 

    Un día, hablando yo con otro ilustre personaje, igualmente injusticiado por la historia ( felizmente y a la fecha de esta disertación, todavía vivo), Arlindo de Carvalho, este me decía que no conocía a nadie que cantase tan bien la canción “Maria Faia” como Ernesto.

    Sobre el gran compositor y intérprete Arlindo de Carvalho hablaré otro día. 



    Ernesto Pinto Lobo era también un muy bueno interprete de otro tipo de música portuguesa en recuerdo de sus tiempos de estudiante … el fado de Coimbra.

 

  

     Personalmente, conocí a Ernesto en los años 70.

     Al despuntar de la “Radio Juventude, Emissor Regional de Castelo Branco”, él fue uno de los primeros en apostar fuerte por nosotros y a dar su siempre generosa colaboración.

    Con él he mantenido largas charlas, todas interesantes y enriquecedoras, y en mis programas siempre hubo espacio para una rúbrica suya sobre los temas de que tanto sabía.

     Con él aprendí, y descubrí, mucho sobre la historia de una ciudad que era más mía que suya, pero para la cual, hizo mucho más que yo.

     Nuestra fecunda colaboración duró más de una década hasta que la vida, geográficamente nos separó.

 

 

    Pero Ernesto no paró y hasta su muerte se mantuvo muy activo.

     Fue Jefe de la División de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Castelo Branco y director de la Biblioteca Municipal.

    Sus publicaciones, tanto escritas, como en registros audio y en imágenes ( en su tiempo súper 8) algunas por suerte recuperadas y digitalizadas, son hoy por hoy, un gran pilar sobre la historia de toda esa región.

 

 

  

En 20 de Marzo de 2000, día de la ciudad, tuvo su ultima aparición pública, hablando sobre otro gran nombre, Eurico Sale Viana.

Poco disfrutó del nuevo siglo ni del nuevo milenio … se murió a 21 de Abril de 2000, víctima de una enfermedad a los 63 años de edad.

A titulo póstumo el Ayuntamiento le atribuyó la “Medalha de Ouro de Mérito Cultural” y dio su nombre a una calle.

Sin embargo, me parece muy poco … el aniversario de su muerte pasó casi invisible para todos cuantos hemos bebido de esa gran fuente de saber y de ese enorme poder de comunicación que fue ERNESTO PINTO LOBO.

Me arriesgaría a proponer al Ayuntamiento de Castelo Branco que se diese a la Biblioteca Municipal de esta ciudad el nombre de esta figura pública.

Dejo una pregunta a cuantos, como yo, superamos ya los 50 años

Preguntad a vuestros hijos e hijas quien fue el Dr. ERNESTO PINTO LOBO … de la respuesta obtenida encontrareis el trabajo de divulgación que todos tenemos por delante.

 

Os dejo un fragmento de un trabajo de ERNESTO PINTO LOBO, GRABADO grabado por él.

 

 

 

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