El pasado 27 de diciembre ALBA llegó a nuestras vidas … una niña buscada, esperada … deseada …
Fui un padre activo en todas las fases y, cuando 24 horas antes nos fuimos al Hospital ahí estaba yo … firme … fuerte y dispuesto a ayudar a madre e hija en lo necesario.
Por la situación geográfica de nuestra domicilio nos tocó el HOSPITAL UNIVERSITARIO VIRGEN DE MACARENA, aquí en Sevilla.
Me habían comentado que era un excelente hospital con personal muy preparado e instalaciones tecnológicamente actualizadas … os puedo confirmar … que esas indicaciones eran totalmente verdaderas …
Pero no es por ahí que voy …
Entramos sobre las 09 horas de la mañana y en poco tiempo le asignaron, a mi mujer, una habitación y me dieron autorización para estar presente.
Debo añadir que la fecha estaba apuntada con antelación por el hospital, o sea, que fue un parto provocado.
Me encontré con una habitación individual, con toda la maquinaria de ultima aplicación …
Durante las primeras horas las contracciones eran suaves, aunque periódicas.
Por las 18 horas rompieron la bolsa amniótica … y la cosa empezó a complicar … pero todo muy lento ...
Fue, tal vez, la noche más larga de mi vida … pero lo mío no fue nada comparado con la noche que pasó mi esposa …
El día siguiente siguió lento ...
Debo decir que ALBA es mi tercera hija y el segundo parto en que participo plenamente.
Los esfuerzos iban en aumento … hubo momentos de autentico hiperrealismo …
Antes de entrar en paritorio conseguí ver un poco de la cabeza de mi hija.
Nos llevaron sobre las 15 horas … y cuando parecía estar todo bien veo que la cara de matrona se cambia y la siento perdida, buscando la opinión de otras matronas y enfermeras …
La última opción suya fue llamar un doctor que estaba en la sala al lado y que había terminado una cesárea..
Su primera observación fue concluyente … la niña … ALBA … estaba mal posicionada … se encontraba mirando al cielo y no al suelo, como debería ser … había que usar forcepes o, en última instancia … cesárea …
Me pidió que saliese …
Fuera estuve no más de dos minutos en una habitación, del otro lado del pasillo …
Ahí escuché 3 gritos de mi mujer … un sonido que jamas en mi vida había escuchado … fueron dos minutos en que mi vida empezó a circular en camera lenta … muy lenta … por primera vez pensé que la podía perder … sentí en mi alma lo vacío que sería mi vida sin mi compañera … dos minutos en que me sentí perdido … impotente … el cuarto sonido que escuché fue un lloro de recién nacida … … el lloro de ALBA …
Os conté en trazos cortos las 30 horas y 25 minutos que precedieron el nacimiento de nuestra hija … pero ahora os contaré como me he sentido …
No consigo comprender el porqué de tanto sufrimiento para que se pueda ser madre …
Vivimos en siglo XXI, en pleno progreso tecnológico …
Inventamos maquinas que viajan a la Luna y a Marte … y no hemos conseguido disminuir el sufrimiento de las mujeres??!!! … el progreso, en esta materia, se quedó por la Epidural?!!!
Me sentí un autentico neandertal … un hombre de las cavernas … seguro que esas mujeres, en ese tiempo, sufrían igual … seguramente que las mujeres pariendo siempre sufrieron … sufren … y sufrirán … por una sencilla razón … los hombres no paren … si así fuese esta situación estaría solucionada hace mucho … mucho tiempo …
Conclusiones finales : Quiero dejar una palabra de gratitud a todo el personal que nos atendió … celadores, auxiliares, enfermeros … doctores …
Quiero dejar también un sentimiento de inmenso respeto por todas las mujeres en general y la mía muy en particular.
Las madres son las grandes heroínas de la vida … las obreras del gran milagro … y cuando hoy por hoy, un mes ya pasado, escucho a amigas y vecinos preguntar a mi esposa como le fue el parto y la escucho decir: “Ha ido todo muy bien” … flipo en colores … pienso que fuimos testigos de 2 partos diferentes …
A ti, Laura … y a todas las madres (la mía incluida) dedico esta disertación … es mi sencillo homenaje a todas vosotras …
jorge peres - 27 de enero de 2015
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