Suenan
sirenas … son sonidos fuertes …
compasados … son gritos dentro de mi
mente en muchos minutos de silencio … solo que mis minutos de silencio son
eso mismo … silencio … en esta
“religión” hay muchos “fariseos” … los estridentes sonidos dentro de mi no son
nada … otros mucho más fuertes suenan por el aire … en los dos lados del Atlántico … en África … Asia … en todos nosotros … implorantes
llantos de gente inocente que no ha sabido ni porque ha muerto … gente que
sigue reivindicando el derecho a vivir en paz … para ellos es demasiado tarde … cierro los ojos … imágenes sueltas pasan por dentro de mi
… un fuerte aprieto en mi corazón me dice que no ha pasado el tiempo … que esto fue ayer … que aquello en que
creo no fue arrastrado por la infame caída de dos torres … me acuerdo de aquel amigo, que hace mucho no veo, que decía que “el
infierno somos nosotros” … tal vez tenga razón … todos nosotros somos las víctimas y los verdugos … todos somos
alquaeda … farc … ira … grapo … eta … y una y cada una de las víctimas … las
lágrimas que me surcan el rostro me hacen sentir vivo … y sentirme en la obligación de defender esa vida más allá de cualquier
muerte … así debería haber sido … hace
11 años … en aquel abominable día … 11 de Tormenta …